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Entonces, me pare frente a ella y le dije:
.- Porque me golpeas, porque me extasías con sonrisas para luego dejar sangrar mi alma desgarrada ?.-
Y mientras las palabras salían de mi boca, y mis ojos penetraban los suyos, percibí una pequeña gota de melancolía, entonces, me sumergí en sus lágrimas, y comprendí aquel furtivo significado.

Y cundo logre tener la verdad en mis manos, mis ojos se iluminaron, de tal modo, que ellos brindaron con champagne plateado... hasta emborracharse, hasta dejar el pudor de lado, fue entonces, cuando las penas y las alegrías, como cabareteras en horas tardías brindaron.