Ella movía sus caderas sin piedad
Nada le importaba, las cartas ya estaban tiradas…
Ni sus tacones ni la estreches de su vestido hacían que sus pasos tambalearan…
Ella, no esperaba nada, ni un reproche, ni una llamada, un galán no era digno de su mirada, pues ella, está noche,…
…sola quería bailar.
Nada le importaba, las cartas ya estaban tiradas…
Ni sus tacones ni la estreches de su vestido hacían que sus pasos tambalearan…
Ella, no esperaba nada, ni un reproche, ni una llamada, un galán no era digno de su mirada, pues ella, está noche,…
…sola quería bailar.
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