Ante esta sociedad machista, adoptamos ciertas actitudes de mujer sumisa encasillada entre hijos, cocina, lavado, planchado y otros.
Los programas de integración por parte del estado son quienes luchan a diario para así, cambiar la triste realidad femenina chilena, no importa mucho si tienes ingresos de 24, 50 o 3 UF. La realidad es la misma, una mujer sin estudios, con poco poder de decisión, y con altos niveles de dependencia, son las principales protagonistas de estas historias, que como ya bien menciona el nunca bien ponderado “Rumpí” son las principales afectadas de aquellas “GARGOLAS” llamadas “amantes” No se caracterizan tan solo por el popular dragón, o porque hacen todo lo que a una madre de familia nunca le exigiríamos, si no porque tal y como las calificaba mi querido Rubén (un Hombre de 45 años, obrero y padre de 4 hijas) en su borrachera, son “Una tregua” y desde este contexto debo reconocer que es una triste verdad,…
No se necesita conocer ni mucho, ni poco, para darnos cuenta que a diario, cuando “El hombre de la casa” llega al atardecer, lo esperan no tan solo unos cuantos niños pidiéndole cien pesitos, si no también, algunas noticias…El dinero no alcanzo para la azúcar, ni tampoco para los pañales del conchito, y para ampliar mas la gama, como olvidar la llave de la cocina, que gotea todas las noches y eleva los costo de vida, costos que repercutirán tristemente a fin de mes… acciones o acontecimientos que darán origen a un nuevo quebré matrimonial.. y ahí, ante lamentos por lo económico, por la falta de intimida y por el estrés del trabajo aparece, aquella mujer sonriente, radiante, que como una “Tregua” cae en los pensamiento mas recónditos de la mente,… y poco tiene que ver si eres católico, judío, protestante, o nihilista lo importante, lo deseado,… es descansar, sentirse bien con uno mismo, y volver a tomarle el gustito a lo que algún día llamamos “Media naranja” aquellos días, en los cuales al despertar nos deleitábamos con desayunos en la cama, con sonrisas al anochecer y ciertas ovaciones al ver a nuestro querido conchito comenzar a caminar, no justifico a ningún hombre ni a ninguna mujer que aya tenido un amante, pero debemos reconocer, que si se busca por fuera, no es tan solo por “Caliente” si no porque ambos, si… bien digo “AMBOS” funcionamos mal, y de ahí la irónica realidad… esta tregua, esta gárgola, que como ángel caído, pecado latente, o descanso adrenalinico embellece nuestras tardes, nuestros amaneceres y nuestras horas de colación.